Blog: Las madres y el miedo
Lo llaman el síndrome del nido vacío y muchas madres lo conocemos bien. Es el miedo profundo y desgarrador que sentimos cuando nuestros hijos parten del hogar. Conlleva una sensación de soledad, tristeza, pérdida y desasosiego.
No hay fórmulas mágicas para afrontar este sentimiento. Toca confiar y dejar fluir. Prepararnos y preparar a nuestros hijos para que sean independientes, fuertes y felices.
Hemos guiado sus primeros pasos, los hemos acompañado en su fragilidad y también conocemos sus talentos, y aunque quisiéramos seguir sujetando su mano, llega el momento en que toca dejarlos emprender su propio viaje y recorrer sus propias rutas. Por eso quiero compartir este hermoso texto del poeta, filósofo y artista libanés: Khalil Gibran, el cual forma parte de su reconocido libro El Profeta (1923).
Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.